Marijuli & Gil Abad, investigaciones

El método “Harry Potter” años antes y en España… ¿a qué me refiero? A esa idea de escribir una serie de novelas en las que los protagonistas fueran creciendo hasta hacerse adultos, y sus lectores con ellos. Aunque muy pocos lo saben, en nuestro país existía un claro precedente: la serie Marijuli & Gil Abad investigaciones, de Fernando Lalana y José María Almárcegui, que se publicó ya hace unos años en Ediciones SM. Y que ahora -para todos aquellos que la veían como una verdadera serie de culto de lo policiaco/humorístico y para los muchos lectores que todavía no la conocen y sería una pena que se la perdieran- aparece de nuevo en la editorial Kattigara, tanto en formato papel como digital y con unas portadas vanguardistas muy muy simpáticas.


A lo largo de sus nueve volúmenes –dos más que Harry, y anuncio: habrá un décimo-, Julia y Ernesto Gil Abad van de los trece a los dieciocho, pasando de curso en curso y, sobre todo, desentrañando varios casos policiales que suceden en su ciudad, Zaragoza. Son hechos complicados, a veces sórdidos, que se escapan incluso a la pericia del comisario Escartín. Lo estupendo de estos libros, aparte de los casos en sí y de lo bien llevados que están, es la ambientación –no en vano, sus autores son de la tierra y se conocen los lugares que describen como la palma de su mano- y, por encima de todo, la personalidad marcadísima de ambos protagonistas (por no hablar de un tropel de secundarios -los amigos de la pandilla- a cual más divertido).


Ni Julia ni Ernesto son chicos del montón. Ella es guapa, desde luego, y se lleva de calle a medio instituto, pero sobre todo es lista, muy lista… y nadie puede competir en eso con la joven. El primero que tiene el asunto asumidísimo es el mismo Ernesto, que la ama con locura aunque casi nunca se atreva a manifestarlo porque él, que no es del montón como ya he dicho, se empeña en creer que sí y está convencido de que no tiene nada que hacer con la mujer de su vida que, para más inri, es su amiga del alma. ¿Nada más o nada menos? Así que esa relación de quiero y no puedo echa chispas por todas partes mientras los dos protagonistas van hallando pistas, coartadas, móviles del crimen y culpables en cines antiguos, ferias, cementerios, psiquiátricos… lugares que los viandantes de las ciudades no solemos transitar pero que están ahí, latiendo en el corazón de todas ellas. Mientras, la amistad de la pareja se acrecienta y el idilio soñado por Ernesto parece alejarse más y más. Pero, y esta es la sorpresa que ya anunciaba más arriba, en primavera de 2012 llega un nuevo volumen, el décimo, el colofón. En él, Ernesto y Julia, ya adultos, vuelven a encontrarse de nuevo. Y ya se sabe que a veces puede haber segundas oportunidades… Tan ingenioso como siempre, tan divertido y, como todo buen final, muy emotivo y sentimental. En él descubriremos muchas cosas, incluso que Julia acepta que las personas muy especiales para ella la llamen Marijuli al oído. Porque Marijuli era su nombre de pequeña, justo cuando conoció a Ernesto en el parque de El secreto de la arboleda (Colección El Barco de Vapor, serie Azul, Ediciones SM). ¿Lo sabíais? Corría el año 1982 y ese fue el primer libro que publicó Lalana… Quién se lo iba a decir. Crecen los personajes, crecen las historias y crecen los escritores.


Marijuli & Gil Abad investigaciones




  • El fantasma del Rialto

  • El tiovivo búlgaro

  • Pabellón psiquiátrico

  • Doble o nada

  • Expediente superbarrio

  • La secta del rigor mortis

  • Primera plana

  • Escrito sobre a piel

  • Asesinato subjuntivo