Fútbol es fútbol

Esta es una recopilación de tópicos, lugares comunes o frases que he escuchado en muchas ocasiones a escritores de literatura juvenil. No sería de extrañar que hasta yo las hubiese usado alguna vez. Podría parecer que las recojo para criticarlas o para demostrar su vacuidad o la paradoja en la que incurren, pero no, en realidad se trata de una estrategia mucho más retorcida y subliminal. Las enumero, aprovechando que florecen tan a menudo, para que cada vez que las escuchéis o las leáis, inconscientemente os acordéis de mí. No sigáis leyendo si no queréis que aparezca una y otra vez en vuestros pensamientos.


Los jóvenes son jóvenes, pero no tontos
Esta se escucha más (hasta la saciedad) en la versión infantil: Los niños son niños, pero no tontos.
Pues qué queréis que os diga. Entre los jóvenes y los niños, al igual que entre los adultos, hay tontos. En mayor o menor cantidad según el baremo que se tome, pero haberlos, haylos. Me recuerda, un poco de refilón, a esa frase ya mítica de Del Bosque cuando le pedían que se manifestase sobre si en un equipo debían jugar más españoles.


Leer es lo mejor que te puede pasar en la vida
Esta afirmación lo único que consigue es elevar tanto las expectativas que lo único que puede conseguir es que se defrauden. ¿No es mejor una recomendación más sutil, más realista o más ejemplificadora, y que descubran ellos si leer realmente les parece lo mejor, de las mejores cosas, que no está mal o que es un horror?


Escribo para el joven que fui
Es imposible saber si lo que escribimos le gustará al joven que fuimos. Ese joven no existe. Creemos que podemos entrar en su mente con facilidad, pero en realidad estamos colocando a ese joven recordado los pensamientos de este adulto que somos. Creo que mejor que escribir para el joven que fui es escribir para ese joven que es ahora (y que no somos nosotros). A no ser, por supuesto, que alguien nos diga el número de teléfono que marcó el del anuncio.


El libro tiene que agarrarte por la solapa y no dejarte respirar
¡Qué violencia!


Espero que disfrutes tanto al leerlo como yo al escribirlo
Esta frase es muy socorrida en las dedicatorias, y no dudo de que haya escritores que la escriban sinceramente, pero en mi caso y en el de otros colegas, desearle esto a cualquiera es desearle comeduras de cabeza, inseguridad, ganas de leer y a la vez de no volver a leer nunca más, dudas, leer repasando cada frase... No sé, casi mejor dejo la dedicatoria en Espero que disfrutes del libro.


La realidad supera a la ficción
Esta frase no es solo de escritores, es universal. ¿Quién no la ha usado? Suele proferirse cuando un suceso es tan truculento que pensamos que a ningún escritor, guionista, cineasta, compositor... se le podría haber ocurrido. Sin embargo, su contraria (La ficción supera a la realidad) es tan válida como ella misma, lo cual demuestra su inconsistencia. Efectivamente, en la ficción hay millones de situaciones, personajes y tramas que jamás veremos en la realidad. Realidad y ficción no pelean entre sí para ver cuál está por encima de la otra, se acompañan, se complementan.

No creo en los premios

Es una opinión muy aceptable (aunque no la comparta), pero escuchada a escritores que han ganado varios, rechina un poco. Ya me imagino al libro imprimiéndose y encuadernándose solo, yendo a la oficina de Correos para mandarse al organizador del premio y dándole al escritor el disgusto de ganarlo. Es que hay libros que pueden llegar a ser muy crueles con sus creadores. La imagen está sacada del logo de Bookcrossing.


Prefiero que lean mis libros a que los compren
Si la elección fuese excluyente, yo también. Pero si se juntan las dos cosas, mejor que mejor.


No leo literatura juvenil
Me da especial pena escuchar esto, y se lo he escuchado a unos/as cuantos/as. Me parece una falta de amor y casi un desprecio hacia sí mismos, hacia lo que hacen. No concibo escribir literatura juvenil y que no me interese la literatura juvenil. Esta frase enlaza un poco con la siguiente.


Cuando escribo, no me planteo la edad de mi lector
Claro, por eso la inmensa mayoría de tus novelas están protagonizadas por adolescentes o jóvenes y las envías a colecciones o a premios de “literatura juvenil”, a pesar de que hace muchísimos años que abandonaste esa edad.


Os lo he advertido y a pesar de todo habéis llegado hasta el final. Pues ya sabéis lo que os espera. A partir de ahora nunca escucharéis estas frases de una manera limpia o neutra, al instante se pondrá en marcha un engranaje en vuestro cerebro que os traerá a mi persona a primer término. Es mi forma de conquistar el mundo: ganando mentes poco a poco.