El vagón de los libros descartados

Las historias que leemos pertenecen al mundo imaginario, pero el soporte que nos permite acceder a ellas es físico y debe colocarse en algún lugar tras finalizar la lectura. Hay gente que guarda los libros como tesoros; otros, sin embargo, no tienen reparos a la hora de deshacerse de ellos e intentan encontrar una vía para que puedan llegar a más gente. También existe la posibilidad de venderlos, una idea nada desdeñable en tiempos de crisis. Seguro que con el e-book muchos de estos problemas se solucionarán; mientras, en este reportaje encontraréis unas cuantas opciones para dar salida a las novelas que por una razón u otra no queréis, con las ventajas y los inconvenientes de cada una.


1. El intercambio


El intercambio siempre ha sido una forma fácil de conseguir libros nuevos y al mismo tiempo permitir que otros disfruten de los nuestros. No se gana dinero, pero tampoco se pierde (salvo que se tenga que costear algún tipo de envío). Más allá de los canjes entre amigos, la red nos ofrece diversas propuestas que nos acercan a una mayor cantidad de obras y a la vez amplían el número de lectores que pueden estar interesados en las que ofrecemos nosotros. Aquí os presentamos dos páginas: Bookcrossing y Bookmooch.


1. 1. Bookcrossing


El fenómeno Bookcrossing nació en el año 2001 y cuenta con webs específicas en varios países, entre los que se encuentra España. A grandes rasgos, su concepto consiste en liberar libros en la calle para que otras personas los recojan, los lean y finalmente los vuelvan a dejar en algún lugar de su ciudad. En la web oficial hay un apartado en el que están registrados todos los libros liberados en estos momentos y se indica el lugar exacto donde los dueños anteriores los abandonaron, entre otros datos de interés. Además, se pueden descargar unas etiquetas para liberar nuestros propios libros, sin ningún tipo de restricción.


La principal virtud de este sistema es sin duda el espíritu generoso que suponen las liberaciones infinitas, una forma de mantener con vida nuestros preciados libros. Por si fuera poco, hay muchos libros a nuestro alcance (aunque a veces haya que moverse para conseguirlos) y podemos deshacernos de los que queramos. El punto negativo lo ponen los lectores que no cumplen con el cometido de Bookcrossing y no devuelven los libros tras leerlos (hay un control vía web, pero no todo el mundo avisa cuando ha encontrado uno). Por otra parte, el hecho de que algunas novelas acaben estropeadas por el uso también puede pesar para los lectores más exquisitos.


1.2. Bookmooch


La segunda opción que os presentamos no es muy conocida en España, aunque su política resulta tan o más espléndida que la de Bookcrossing. Se trata de Bookmooch, una comunidad en la que lectores de todo el planeta hacen un inventario de los libros que están dispuestos a dar y al mismo tiempo preparan una lista de deseos sobre aquellos que quieren recibir. Su método se basa en un sistema de puntos con el que el usuario gana uno cada vez que le solicitan un libro y a la vez él pierde otro punto cuando pide uno a alguien. También se ganan puntos cuando se añaden libros al inventario; es la forma en la que los nuevos registrados pueden empezar a pedir. El intercambio no tiene por qué que producirse entre dos personas, ya que con los puntos se mantiene un control y se evita que la gente se exceda en peticiones. Por ejemplo, imaginemos que Jorge pide un libro a María. Para pedírselo le ha donado un punto, y con este punto María puede pedir otro libro. Como no le interesa ninguno de los que ofrece Jorge, se lo pide a Manolo, y así sucesivamente. ¿Cómo consigue nuevos puntos Jorge? Seguro que habrá usuarios que en algún momento se interesen por sus libros.


De entrada puede parecer un sistema complejo, pero en la práctica es fácil acostumbrarse a la web y entender las bases que regulan las donaciones y peticiones. Eso sí, hay que tomárselo con calma: en la web no encontraréis todos los libros de vuestra lista de deseos de golpe, sino que tendréis que esperar hasta que poco a poco alguien se registre y decida donar alguno de ellos. Por eso es tan importante difundir Bookmooch entre los amantes de la lectura: cuanta más gente registrada, más libros para dar y pedir. Cabe destacar que todas las donaciones son definitivas, no préstamos.


El gran problema de esta página reside en el hecho de que hay que pagar los gastos de envío de los libros que nos demandan; además, por el momento la oferta en España es bastante reducida y hay que tener paciencia para encontrar novedades. A cambio de eso, con Bookmooch regalamos y recibimos libros, tenemos la posibilidad de pedir a otros países (se agradece que sea algo quid pro quo) e incluso podemos deshacernos de obras no literarias como libros de cocina o de texto. Si hay suerte, hasta se pueden encontrar novelas descatalogadas. Sin duda, todas estas ventajas compensan para muchos el coste de los envíos (que, a todo esto, suelen ser en la modalidad más asequible). Ahora bien, al igual que ocurría con Bookcrossing, más allá de la web hay un factor humano que a veces da problemas; en otras palabras, hay gente poco legal que no envía los libros (para esos casos Bookmooch permite cancelar el pedido y de este modo recuperar el punto, así que el usuario honesto no pierde nada).


2. La venta


Vender los libros que no queremos es una opción muy atractiva: además de ganar un dinerito extra, hacemos espacio para nuevas adquisiciones y nos quitamos de encima aquellas novelas que sabemos con seguridad que no volveremos a leer. Sin embargo, antes de lanzarse a la aventura conviene tener en cuenta algunas consideraciones previas.


En primer lugar, grabad a fuego en vuestra mente que nunca ganaréis mucho dinero con esta vía. Es más, lo recomendable es poner precios muy baratos para conseguir que la gente se anime a comprarlos (pensad que nadie va a comprar un libro de segunda mano por dos o tres euros menos que la edición nueva, y además es probable que el comprador tenga que pagar una cantidad adicional por el envío). Otro aspecto importante es que tengáis muy claro que no queréis recuperar ese libro, de modo que meditadlo bien (sería muy feo contactar con el comprador para decirle que os lo devuelva).


Por otro lado, paciencia: las primeras semanas podéis llegar a sentiros abrumados por las ventas, pero en cuanto os deshagáis de los títulos más apetecibles el intervalo entre venta y venta aumentará. Las principales demandas de segunda mano son las mismas que de libros nuevos, es decir, novedades esperadas y libros populares. Algunas obras que se encuentren descatalogadas también pueden despertar interés.


A modo de consejo, en las ventas online es recomendable hacer los envíos por correo certificado y de este modo asegurarse de que no habrá problemas. Aunque salga más caro (y como consecuencia se tenga que bajar el precio del libro para compensar), sin duda es preferible ganar un poco menos que lidiar con un comprador enfadado porque no ha recibido su paquete. Con el correo certificado se puede hacer un seguimiento en la web de Correos y de este modo ninguna de las dos partes estafa a la otra.


Después de estos comentarios, llega la hora de adentrarse en las diferentes opciones de venta. Ni todas tienen las mismas ventajas, ni se dirigen al mismo perfil de vendedor. Aquí presentamos algunas de las más conocidas y accesibles para todos.


2.1. Webs de compraventa generalistas


Son aquellas páginas en las que se puede vender y comprar de todo, no únicamente libros. La más conocida es Ebay, que permite vender a numerosos países y además ofrece diversos formatos de venta, desde el sistema clásico de subastas y venta directa, a los anuncios por provincias en los que la compraventa se hace en persona. La ventaja de este espacio salta a la vista: es una web muy popular, con un gran número de visitas diarias y un sistema bastante fiable que permite abrir un caso cuando la transacción no ha sido satisfactoria. Además, está pensada para que cualquiera pueda desenvolverse bien en ella y ofrece varios métodos de pago.


En el otro lado, Ebay cobra un porcentaje por ventas y anuncios, por lo que si no vendéis mucho incluso podéis llegar a perder dinero. Una forma de aumentar las probabilidades de éxito reside en vender lotes de diversas novelas, agrupadas por género o autor, puesto que un libro solo, por muy barato que esté, no suele compensar al sumarle los gastos de envío.


Por otro lado, de nuevo el factor humano puede ocasionar problemas. Hay vendedores que envían un artículo que no se corresponde con la descripción dada (aunque, todo hay que decirlo, no suele ser el caso de los libros, más bien se trata de falsificaciones de joyas o aparatos electrónicos). Del mismo modo, a veces son los compradores los que salen rana y se inventan que no han recibido el artículo (por eso es tan importante el correo certificado) o que les ha llegado en mal estado sin ser verdad. Se trata de una minoría, pero ahí están.


Además de Ebay, otra página de compraventa bastante conocida es Segundamano.es, que abarca todo el territorio español y tiene como particularidad que muchos de los trueques suelen realizarse en persona (siempre que comprador y vendedor se pongan de acuerdo). Los anuncios se pueden poner con facilidad y, a diferencia de la web anterior, unos pocos salen gratis y no cobran comisión por venta. Otro punto favorable es que si no habéis vendido en un tiempo determinado se renuevan automáticamente y no tenéis que estar pendientes del portal para hacerlo de forma manual.


No obstante, no todo es perfecto. El límite de anuncios gratuitos es muy bajo (concretamente, tres por categoría) y no hay ningún control sobre la interacción entre el vendedor y el comprador. Se relacionan mediante el correo electrónico y entre ellos deciden cómo lo hacen; si hay algún problema, la web no tiene nada que hacer al respecto.


2.2. Librerías y tiendas online con sección de libros


Nuestra segunda propuesta se centra en tiendas que están dedicadas de forma exclusiva o parcial a la literatura y son un referente entre los compradores de este ámbito. La mayoría de ellas, además de ofrecernos la posibilidad de poner a la venta nuestros libros, también disponen de artículos nuevos y son negocios serios. Entre sus cualidades destaca el hecho de que son webs grandes y, a diferencia de las anteriores, reciben visitas de gente interesada en los libros, lo que puede aumentar de forma sustancial nuestras probabilidades de vender. El equipo se encarga de la gestión y no tenemos que decir nuestros datos bancarios al vendedor, por lo que todo es más fiable y rápido. Además, dado que la web ya recoge toda la información relativa a los libros (cubierta, ISBN…), no perdemos el tiempo para hacer fotos o copiar los datos técnicos de la obra.


Sus inconvenientes son las comisiones por venta y los gastos de recogida (eso sí, estos últimos suelen ser más baratos que en Correos, por no hablar de la comodidad que supone que vengan a casa a buscarlo). A veces tardan un poco en liquidar el importe e ingresarlo en la cuenta; son las consecuencias de dejar el proceso en manos de la tienda en lugar de contactar directamente con el comprador. Por cierto, a la hora de fijar el precio tened en cuenta que los interesados tendrán que pagar unos gastos de envío adicionales a ese importe.


Dos buenos ejemplos de esta modalidad son Amazon y Casa del Libro. En las páginas de cada libro se puede ver, además del coste normal, el precio más barato propuesto por los vendedores particulares y el estado del libro. De este modo el anuncio está visible para nuestro público potencial, es decir, aquel que está realmente interesado en la obra que vendemos porque la ha buscado por voluntad propia. En esto podemos salir ganando con respecto a las webs generalistas.


2.3. Mercadillos físicos


Seguro que los interesados en la venta de segunda mano se han preguntado alguna vez qué hay que hacer para colocar sus libros en estos sitios llenos de encanto. Para empezar, tenéis que poneros en contacto con los responsables de las paradas (podéis preguntar directamente allí o enviarles un correo electrónico a la dirección de contacto de la página web) para que os expliquen qué tipo de libros aceptan (¡no todas venden de todo!) y os comenten cuánto os pagarán. De todos modos, no os hagáis ilusiones: tened en cuenta que ellos venden muy barato, por lo que la cantidad que os ofrecerán será mínima y es probable que solo os compense si tenéis muchos libros para vender. Aun así, es una opción atractiva para quienes deseen deshacerse de una gran cantidad de libros de una forma rápida y sin complicaciones.


Dos mercadillos conocidos son los de Sant Antoni (Barcelona) y el Rastro (Madrid). En los mercados dominicales de ambos encontraréis muchas y muy diversas paradas, dedicadas tanto a libros antiguos como a literatura actual y cómics, entre otros artículos. Además, son lugares que se han erigido como referentes de la difusión de la cultura gracias a la historia que tienen a sus espaldas. Tanto si gustáis de los libros de segunda mano como si no, merece la pena darse una vuelta por ellos.


2.4. Espacios propios


Si todo lo anterior no os ha convencido, aún os queda una posibilidad: crear vuestro propio espacio para vender. Este puede ser un blog, un foro o una web especializada, y tiene la ventaja de que nadie os va a cobrar comisiones por venta y podréis organizar vuestros anuncios como os apetezca (por ejemplo, con ofertas de 3x2, gastos de envío gratis a partir de cuatro libros comprados, etc.). Entre los puntos negativos, uno importante es la poca afluencia de visitas (sobre todo si se empieza desde cero), aunque al menos las pocas que haya estarán realmente interesadas en el mundo literario.


Hoy en día no resulta difícil hacer un blog o un foro y hay diversas plataformas virtuales que ofrecen estos servicios sin ningún tipo de coste. A pesar de todo, lo que sí puede ser un inconveniente es el hecho de tener que tratar de forma individual con los compradores, dar vuestros datos y estar pendiente de que hagan el ingreso acordado. En definitiva, no existe la opción perfecta.


3. La donación


En caso de que no queráis recibir nada a cambio de vuestros libros, no sepáis qué hacer con los que no hay manera de colocar o simplemente os urja deshaceros de ellos, la donación puede ser vuestra solución. Además de Bookcrossing y Bookmooch, que están a caballo entre la donación y el intercambio en función del uso que les dé cada persona, hay más lugares que estarán encantados de recibir vuestras aportaciones.


El primero que nos viene a la cabeza son las bibliotecas, pero cuidado: no todas lo aceptan todo por razones de espacio. En general, les gustan las donaciones de novedades que se encuentren en buen estado, ya que son libros que por lo general interesan a un gran número de lectores. De todos modos, desde aquí os animamos a acercaros a vuestra biblioteca más cercana y hablar con el personal para saber con exactitud qué se les puede facilitar.


Nuestra segunda propuesta son las campañas solidarias. Generalmente están abiertas durante un período concreto (unas semanas o meses) y los libros recaudados se destinan a un país del Tercer Mundo u otras comunidades desfavorecidas. A través de estas iniciativas se puede donar una gran cantidad de obras con la tranquilidad de que llegarán a manos de gente que sabrá valorarlos; no obstante, existe la desventaja de que no siempre hay alguna en marcha en nuestra ciudad y hay que estar al tanto para que no se nos pasen los plazos. Las bibliotecas suelen ser una buena fuente de información sobre las campañas que estén activas.


Mientras esperáis la oportunidad, podéis entrar en la web de Canalsolidario.org. Se trata de un original portal en el que se puede dar y pedir todo tipo de productos con solo insertar un anuncio y esperar la respuesta de alguien interesado. En el caso de las donaciones, se puede especificar si se hacen a una ONG o también a particulares, según decida el anunciante. Los libros se pueden entregar en mano (los anuncios están clasificados por provincias) o mediante un acuerdo entre ambas partes para costear los gastos de envío.


4. Conclusión

Existe un amplio abanico de posibilidades para colocar nuestros libros descartados, desde los intercambios entre amigos de toda la vida a novedosas e ingeniosas comunidades online. No hay ninguna opción perfecta, lo recomendable es hacer balance entre los puntos fuertes y débiles de cada una y a partir de ahí escoger cuál os conviene más. No os haréis ricos, pero seguro que cualquiera de estas alternativas será mejor que tirar los libros a la basura.