Literatura infantil y juvenil 2.0

En los últimos años el llamado “fenómeno 2.0” ha impulsado una batería de cambios en la producción y difusión de la literatura infantil y juvenil que ha afectado a las editoriales, los medios de comunicación tradicionales, las bibliotecas, las librerías, los blogs y las webs.


Además de afrontar la llegada del libro electrónico, la mayoría de las editoriales ha tenido que realizar un gran esfuerzo estos dos últimos años para crear una página web corporativa de calidad y digitalizar sus catálogos. Podemos comprobar que grandes, medianas y pequeñas ya tienen un catálogo amplio en Internet accesible para los lectores.


Internet se ha convertido en el medio perfecto para buscar y localizar la lectura adecuada a los gustos y necesidades del lector, e intentar llegar al mayor número de lectores potenciales posible. Tener el catálogo online se ha convertido en el primer paso para muchas editoriales, de manera que pronto el catálogo en papel será predeciblemente sustituido por el online.


Para los lectores juveniles, los padres, los libreros, los bibliotecarios y los profesores, Internet se ha convertido en el lugar idóneo para buscar contenidos. Ya consultan habitualmente las webs corporativas de las editoriales o de las de instituciones relacionadas con la literatura infantil y juvenil, como la de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez o la de la Asociación de amigos del libro infantil y juvenil, así como los numerosos blogs y webs especializados que se han ido consolidando como referentes estos cinco años.


Pero el cambio más grande ha sido el que ha afectado a la mentalidad: el lector busca ahora otro tipo información. Una información abierta, con varios puntos de vista, con cuyo autor se pueda interaccionar, preguntar o debatir: “… hasta ahora, el sentido de la producción tanto literaria como la de periódicos y revistas había sido unidireccional del autor o redactor/editores a los lectores, sin que hubiera posibilidad de interacción. Pero está claro que el fenómeno 2.0 está cambiado este hecho, ya que contribuye a establecer conversaciones en ambos sentidos y permite que el sector pase de estar centrado en los libros/diarios/revistas a estar centrado en los lectores. Sin duda los periódicos ya hace tiempo que se percataron de esto y han incorporado funcionalidades más sociales relacionadas con la inclusión de comentarios a las noticias, votaciones, sondeos de opinión a través de la web, etc.”. (1)


Hace unos años además nacieron y comenzaron a interesar a los lectores las redes sociales, y la mayoría de las editoriales, los autores e ilustradores y las webs y los blogs especializados en LIJ  fueron creando perfiles con los que logran un acercamiento diario a sus lectores. Las redes sociales ofrecen innumerables ventajas, como difundir la información de manera rápida, que llega a un gran número de personas, permitir el acceso a información actualizada y especializada en un campo o colaborar a satisfacer las necesidades de información de un grupo de personas en un momento determinado. Pero también hay que conocer sus desventajas y los problemas que nos pueden acarrear, ya que pueden generar dispersión y falta de concentración en el lector y pueden ocasionar problemas y confusión a los autores, las editoriales y las webs especializadas.


Desde hace unos años ha surgido un fenómeno que está afectando a todos los productos: el prestigio online, que muestra la estima o el prestigio que los internautas proyectan en Internet. También permite conocer el nivel de presencia en la red y las opiniones, expectativas, valoraciones y necesidades de los actuales clientes y de los potenciales. Las editoriales, los autores e ilustradores y los blogs y webs especializados están empezando a cuidar esta reputación online y para ello tienen que diseñar una estrategia de marketing social. En algunas ocasiones se lanzan al fenómeno 2.0 sin valorar sus consecuencias y cuando ya están inmersos se encuentran con problemas para mantener su actividad y sacar un rendimiento positivo. Lo importante es que logren asociar toda esa estrategia 2.0 diaria de una editorial o un autor con valores como empatía, fidelidad, iniciación a la lectura, calidad… Transmitir valores por medio de esta reputación online y de la interactividad constante con los lectores.


Y no olvidar que el lector está al otro lado y que le gusta hablar del libro o del autor, de lo que le gusta y de lo que le disgusta sin parar.


También hay que tener en cuenta que ya nos están hablando de la llegada de la web 3.0 y su aplicación de técnicas de inteligencia artificial. En un futuro tendremos que ver qué podría significar para todos la llegada de los contenidos semánticos, la búsqueda de contenidos accesibles sin navegación, la geolocalización o la web 3D… Pero ahora el primer paso es controlar los efectos positivos y negativos del fenómeno 2.0 en la difusión de la literatura infantil y juvenil.


(1)  Tercer informe monográfico de la Sociedad de la Información en España 2010, El futuro de las publicaciones electrónicas, publicado por Fundación Telefónica / Ariel