De Moccia a Gungui pasando por Blue Jeans

Hoy voy a ser gamberra y definitivamente subjetiva, y además voy a tener víctimas, que serán los libros, por supuesto lijeros y en general románticos (¿verdad que la literatura juvenil que no contiene ni una gota de amor parece en peligro de extinción?).


Mi primer (des)afortunado es Canciones para Paula, CPP, del sevillano Blue Jeans (Francisco de Paula Fernández en realidad). Con este título inicia una saga del mismo nombre que versa sobre chicas, chicos, cantidades industriales de amor adolescente y, sí, canciones. Primero confieso: no he probado ni una línea de esta novela, luego ni se me va a ocurrir opinar sobre ella; sin embargo, voy a atreverme a comparar algunos aspectos conocidos, eso sí puedo hacerlo. Y comparo a Francisco con el italiano Federico Moccia. Los dos tienen fotos oficiales en Internet en las que visten sus cabezas con sendas gorras (ver a Moccia con una es ya prácticamente un icono) y los dos son autores de literatura juvenil romántica que mueven masas de niñas hormonadas. Además, Francisco cuenta la historia de una chica enamoradiza, su grupo de amigas, las incomparables Sugus, y tíos buenos inalcanzables que de pronto se vuelven alcanzables; y el caso de Federico con su serie Perdona si te llamo amor es bastante similar. Él también cuenta la historia de una chica que tontea, sale de fiesta y está empezando a conocerse a sí misma; para colmo sus locas amigas se llaman las Olas (las Sugus, las Olas…) y el enamorado en cuestión le saca a la protagonista un montón de primaveras, tal como le sucedía a la de CPP. Casualidades argumentales aparte y dejando claro que el italiano llegó primero, hay otra curiosidad que une a estos dos escritores: sus inicios. Rechazada por las editoriales, fue el propio Federico Moccia el que se costeó los gastos de su primera obra, A tres metros sobre el cielo; por su parte, Francisco de Paula comenzó su aventura literaria con CPP en Internet, hasta que una editorial se fijó en la serie y apostó por ella.


Ahora podría comparar a las Sugus que protagonizan la cabecera de la web de Canciones para Paula con las muñecas de Monster High, pero prefiero jugar a la oca y saltar de italiano en italiano. En España Federico Moccia es un señor que gusta. El suyo es un estilo narrativo con sus más y sus menos, pero sabe escribir obritas juveniles y románticas tan simpáticas que se cuentan por muchos cientos sus embelesadas lectoras. Y claro, Planeta, que es la editorial que le publica en nuestro país, se ha dedicado a explotar uno de sus atractivos: sus cubiertas. Como se aprecia en la imagen de un poco más arriba, todas podrían pertenecer al mismo libro, ¡ni que fuera la saga Crepúsculo! Y aquí quería yo llegar: si una novela se vende en gran parte gracias al atractivo de su cubierta y es evidente que el estilo de la colección Moccia funciona a las mil maravillas, ¿por qué no aprovechar el tirón? Eso debieron de pensar en la editorial Montena cuando publicaron Siempre estarás tú, de Francesco Gungui, otro autor italiano de romántica juvenil que, al igual que Blue Jeans, también se vale de la música e Internet para armar sus historias. ¿Apreciáis el parecido tipográfico (entre otros detalles reseñables como los colores de los títulos) entre Perdona si te llamo amor y la obra de Gungui?