Virginia S. (moderadora): ¿Saga o libro independiente? ¿Quedarte casi sin uñas por la interminable agonía que supone esperar, tomo tras tomo, a que llegue la última parte de esa historia que tanto te enamora? ¿O beberte unos cuantos cientos de páginas y disfrutar de un final cerrado a cal y canto? Sobre eso, queridos tiramillotes, debatirán nuestros contendientes, que ya han afilado sus ingenios para defender de forma implacable sus posturas. Dicho esto… ¡vamos a ello!
Alba (combatiente nº1): Esto es casi como cuando te dicen si quieres más a papá o a  mamá. Ni lo  uno ni lo otro: me encantan las sagas siempre y cuando tengan sentido, y  disfruto como una loca de los libros independientes siempre y cuando  deban ser autoconclusivos. Ahora me explico mejor. Hay sagas que nacen  siéndolo: el autor las concibe así y por tanto las trabaja como tales,  distribuyendo en cada libro lo que mejor corresponde. Ahora bien, hay  sagas que no nacen para serlo pero que se convierten en serie porque  resulta que la novela ha tenido éxito y a alguien se le enciende la  bombilla de "vamos a exprimir esta nueva gallina de los huevos de oro".  El problema de esa ave de corral es que termina hartándose de sí misma y  girando en un bucle aburrido de desgaste. Luego también están aquellas  obras autoconclusivas que resulta que piden una continuación porque  durante el proceso de escritura o incluso después se descubre que queda  algo muy bueno por explotar; en ese caso, ¡adelante! Ah, y no me olvido  de las sagas que ojalá alguien con un poquito de respeto por el lector  hubiera tenido a bien convertir en libros independientes (Eternidad,  de Alyson Noël, ay). Personalmente, si una historia no tiene potencial  como para convertirse en una buena saga llena de matices ricos,  preferiría que se reconvirtiera en novela autoconclusiva. Estoy pensando  en Harry Potter y Los Juegos
mamá. Ni lo  uno ni lo otro: me encantan las sagas siempre y cuando tengan sentido, y  disfruto como una loca de los libros independientes siempre y cuando  deban ser autoconclusivos. Ahora me explico mejor. Hay sagas que nacen  siéndolo: el autor las concibe así y por tanto las trabaja como tales,  distribuyendo en cada libro lo que mejor corresponde. Ahora bien, hay  sagas que no nacen para serlo pero que se convierten en serie porque  resulta que la novela ha tenido éxito y a alguien se le enciende la  bombilla de "vamos a exprimir esta nueva gallina de los huevos de oro".  El problema de esa ave de corral es que termina hartándose de sí misma y  girando en un bucle aburrido de desgaste. Luego también están aquellas  obras autoconclusivas que resulta que piden una continuación porque  durante el proceso de escritura o incluso después se descubre que queda  algo muy bueno por explotar; en ese caso, ¡adelante! Ah, y no me olvido  de las sagas que ojalá alguien con un poquito de respeto por el lector  hubiera tenido a bien convertir en libros independientes (Eternidad,  de Alyson Noël, ay). Personalmente, si una historia no tiene potencial  como para convertirse en una buena saga llena de matices ricos,  preferiría que se reconvirtiera en novela autoconclusiva. Estoy pensando  en Harry Potter y Los Juegos  del Hambre frente a cosas como Medianoche, Berta Mir o Graceling.  Al hilo de este último ejemplo, el colmo de los colmos: una saga en la  que cada volumen tiene protagonistas diferentes... e incluso sucede en  un tiempo distinto; eso sí que me parece un auto-reciclaje a veces nada  justificado.
del Hambre frente a cosas como Medianoche, Berta Mir o Graceling.  Al hilo de este último ejemplo, el colmo de los colmos: una saga en la  que cada volumen tiene protagonistas diferentes... e incluso sucede en  un tiempo distinto; eso sí que me parece un auto-reciclaje a veces nada  justificado.
Moderadora: Vaya, Alba comienza pisando fuerte y poniendo los puntos sobre las íes. ¿Qué tenéis que decir al respecto los demás?
Héctor (combatiente nº2): Es cierto lo que comenta Alba, pero aun con todos esos matices, si ponemos frente a frente sagas y libros independientes, me quedo con las primeras casi siempre. Me explico, no es que los libros autoconclusivos no tengan su encanto, pero soy de los que prefieren oír hablar de sus personajes favoritos durante todo el tiempo posible: cómo fue su antes y qué les sucederá después, e incluso a sus familiares, en general tan bizarros. Por otro lado, que una historia se prolongue a lo largo de varios tomos permite al autor pulir detalles, incluso su propia forma de escribir, y probar cosas nuevas que enriquecen el relato de una manera que no se puede llevar a cabo en un solo libro.
Alberto (combatiente nº3): En general podría decir que me es indiferente leer una saga o un libro  autoconclusivo, siempre y cuando hayan sido concebidos de este modo. Sin  embargo, no estoy de acuerdo con Alba en un par de puntos, como lo que  menciona de Graceling y Fuego. A mí me parece bueno y  original utilizar distintos protagonistas y épocas en una misma saga. Es  por ejemplo el caso de la tetralogía Porta Coeli, de Susana  Vallejo, en la que todos los libros varían de personajes y de época, e  incluso de género literario (un libro podría clasificarse de fantasía  medieval, otro de aventuras folletinescas, otro como ciencia ficción  pura...). Lo importante aquí es el mundo que se nos presenta y  me parece  preferible cambiar de personajes a reutilizar otros cuyas historias  están completamente finiquitadas. ¿Por qué van a ser siempre los mismos  los que vivan todo lo interesante que ocurra en un mundo? Sería poco  realista. Por otra parte, no podemos olvidarnos de las series de  investigaciones o aventuras, como la ya mencionada Berta Mir u otras tan míticas como Los cinco de Enid Blyton y Los tres detectives,  de varios autores. Es cierto que este tipo de libros se explotan mucho  sacando nuevas aventuras, en general hasta que dejan de ser rentables,  pero no me parece malo y estoy a favor de ellas. Al fin y al cabo cada  novela suele ser autoconclusiva y lo que da continuidad es la evolución  de sus protagonistas, pudiendo leerse incluso fuera del orden  cronológico de la historia.
me parece  preferible cambiar de personajes a reutilizar otros cuyas historias  están completamente finiquitadas. ¿Por qué van a ser siempre los mismos  los que vivan todo lo interesante que ocurra en un mundo? Sería poco  realista. Por otra parte, no podemos olvidarnos de las series de  investigaciones o aventuras, como la ya mencionada Berta Mir u otras tan míticas como Los cinco de Enid Blyton y Los tres detectives,  de varios autores. Es cierto que este tipo de libros se explotan mucho  sacando nuevas aventuras, en general hasta que dejan de ser rentables,  pero no me parece malo y estoy a favor de ellas. Al fin y al cabo cada  novela suele ser autoconclusiva y lo que da continuidad es la evolución  de sus protagonistas, pudiendo leerse incluso fuera del orden  cronológico de la historia.
Alba: Para justificar mi postura sobre las sagas de protagonistas, espacios y/o tiempos diferentes son importantes mis últimas palabras: "a veces nada justificado"; es decir, que las admito si tienen su sentido y van a aportar algo diferente, etc., pero no cuando ocurre eso de "mi libro ha funcionado que te cagas, voy a convertirlo en saga rara (luego más llamativa) por pura ansia de venta y éxito". Vamos, que es más de lo mismo, sólo me he explicado un poquito mal. En cuanto a esas sagas largas tipo Berta Mir y Los Cinco, aquí me divido: Los Cinco, Los Hollister, Los tres investigadores... clásicos pertenecientes a un género; Berta Mir y similares, novelas de ahora supuestamente de aventuras pero que me parecen construidas chocando palmas con el marketing y otra serie de elementos aprovechados. Es sólo una sensación, claro, y por supuesto sin ánimo de generalizar.
Héctor: Tal y como dice Alberto, existen novelas autoconclusivas que mantienen los mismos personajes, como las detectivescas y otras de ese tipo, y en ese caso las considero en general libro independiente. Respecto a las "novelas construidas chocando palmas con el marketing" no creo que sea algo malo de forma intrínseca, en el fondo las herramientas de marketing lo que buscan es fidelizar al cliente, pero el hecho de conseguirlo no tiene por qué estar reñido con la calidad... al menos en la teoría, que ya sabemos que en la práctica las cosas no funcionan tan idílicamente. El problema llega cuando se hace tan evidente que lo que se busca es crear la máquina de hacer dinero y la bazofia sale a los cuatro vientos. Pero hay otro tema que me gustaría plantear: ¿pensáis que un personaje puede quedar igual de bien reflejado en un solo libro que en una saga?
Moderadora: Muy buena pregunta, Héctor, ¿se puede desarrollar de la misma manera un personaje en un libro independiente que en una saga? Por otro lado, parece que las posturas van quedando claras y que incluso se está llegando a una idea común. Veamos qué tiene que decir la nueva voz que se suma a la contienda.
T. C. (combatiente nº4): Como bien se ha dicho, estoy de acuerdo con las sagas que nacieron como  tales en la mente del escritor. Es decir, ¿qué significan esas series  en cuyo primer título queda todo cerradito y con sólo una ligera  cuerdecita suelta? Un engaño. Si es una saga, es una saga, y debes saber  que no se resolverá "nada" (entendiendo "nada" como algo súper mega  híper importante) hasta el último volumen. Respecto a lo que comentaba  Alba de las sagas con diferentes protagonistas, lo veo bien en el caso,  por ejemplo, de Narnia. El mismo título lo dice todo, Crónicas de Narnia,  las crónicas de un lugar a lo largo de miles de años, por lo que es  normal que no todo les sucediese a los Pevensie. También estoy de  acuerdo en lo que ocurrió con esa serie en concreto: se suponía que  sería un libro autoconclusivo pero, debido a la exigencia del público,  se  convirtió en una saga formada por nada menos que siete libros. Y es  que Narnia era un mundo tan encantador y maravilloso que merecía ser  mucho más explorado de lo que lo había sido en El león, la bruja y el armario.  En otros casos, cuando lo único que se hace es rizar el rizo durante  cuatro libros y meter paja a más no poder, cuando podría haberse  resuelto todo en un solo volumen o dos a lo sumo (Crepúsculo), me parece de ser un vendido. Tanto el autor como la editorial. Haciendo referencia a libros como los de la serie Los Cinco,  debo decir que esos no me parecen mal; al fin y al cabo, como ya se ha  dicho son autoconclusivos, aunque repitan personajes, y siguen teniendo  esa cosilla adictiva que hace que quieras leer más y más. Es cierto que  repiten fórmulas, etc., pero ya sabes a lo que te expones cuando te  enfrentas a ese tipo de sagas.
convirtió en una saga formada por nada menos que siete libros. Y es  que Narnia era un mundo tan encantador y maravilloso que merecía ser  mucho más explorado de lo que lo había sido en El león, la bruja y el armario.  En otros casos, cuando lo único que se hace es rizar el rizo durante  cuatro libros y meter paja a más no poder, cuando podría haberse  resuelto todo en un solo volumen o dos a lo sumo (Crepúsculo), me parece de ser un vendido. Tanto el autor como la editorial. Haciendo referencia a libros como los de la serie Los Cinco,  debo decir que esos no me parecen mal; al fin y al cabo, como ya se ha  dicho son autoconclusivos, aunque repitan personajes, y siguen teniendo  esa cosilla adictiva que hace que quieras leer más y más. Es cierto que  repiten fórmulas, etc., pero ya sabes a lo que te expones cuando te  enfrentas a ese tipo de sagas.
Héctor: En el caso de Las Crónicas de Narnia o Porta Coeli que señalan Tony y Alberto, pese a ser varias sagas en una, realmente poseen un aire de constante renovación, de evolución y de entretenimiento a lo largo de las continuaciones. Sin embargo, en casos como las infinitas precuelas y secuelas de Cazadores de sombras, de Cassandra Clare, la autora ha extendido el argumento más allá de sus posibilidades. Visto lo visto, en sagas como esas reconozco que lo comercial ha podido con el ingrediente secreto que cada historia posee. Aun así, sigo apostando de forma personal por las sagas por el interés de observar la evolución de un argumento y sus personajes a lo largo de un considerable periodo de tiempo. Me gusta cómo el autor es capaz, en general, de perfilar poco a poco su pluma y su habilidad para reiniciar una situación sin que parezca que "huela" a lo mismo de siempre.
Alba: Ese auto-aprendizaje del escritor a lo largo de una saga del que habla Héctor me parece un buen argumento, por eso aquí claudico. Pero lo dicho, siempre y cuando la saga no se exprima hasta el agotamiento como, con buen tino ha apuntado mi compañero, está haciendo la señora Clare con sus sagas de cazadores, donde repite fórmulas y hasta algunos personajes parecen calcos de otros.
Alberto: El  caso de Cassandra Clare es un buen ejemplo de cómo una saga puede   estropearse a base de hacer caso a las exigencias de un público que pide  más y más. Y lo de Clare me parece cuanto menos que irónico: comenzó en  este mundillo haciendo fanfics y ahora escribe fanfics de sus propios  libros sin caer en la cuenta de que los fics NO son publicables. Hay que  saber decir basta, y ahí deberíamos alabar casos como el de Rowling,  que se mantuvo siempre firme con su saga de siete libros. Ni uno más, ni  uno menos. Además, me gustaría perfilar una idea que habéis mencionado:  sí, yo también creo que uno de los grandes atractivos de las sagas es  que puede irse observando la evolución de los personajes y de la pluma  del escritor, pero este atractivo se ve propiciado en mayor medida por  la cabeza del lector. Durante los meses que transcurren entre la  publicación de los diversos volúmenes de una saga el lector especula  sobre lo que puede pasar, imagina infinitos caminos y se encariña con  los personajes, que van evolucionando en su propia cabeza. Puede que la  pluma del escritor no sea maravillosa, pero si consigue que los lectores  piensen durante un tiempo en sus personajes, su saga será mítica.
estropearse a base de hacer caso a las exigencias de un público que pide  más y más. Y lo de Clare me parece cuanto menos que irónico: comenzó en  este mundillo haciendo fanfics y ahora escribe fanfics de sus propios  libros sin caer en la cuenta de que los fics NO son publicables. Hay que  saber decir basta, y ahí deberíamos alabar casos como el de Rowling,  que se mantuvo siempre firme con su saga de siete libros. Ni uno más, ni  uno menos. Además, me gustaría perfilar una idea que habéis mencionado:  sí, yo también creo que uno de los grandes atractivos de las sagas es  que puede irse observando la evolución de los personajes y de la pluma  del escritor, pero este atractivo se ve propiciado en mayor medida por  la cabeza del lector. Durante los meses que transcurren entre la  publicación de los diversos volúmenes de una saga el lector especula  sobre lo que puede pasar, imagina infinitos caminos y se encariña con  los personajes, que van evolucionando en su propia cabeza. Puede que la  pluma del escritor no sea maravillosa, pero si consigue que los lectores  piensen durante un tiempo en sus personajes, su saga será mítica.
T. C.: En conclusión, creo que queda claro: JUSTIFICACIÓN. Se trate de una saga o de un libro independiente, lo importante será que el motivo esté bien justificado, que la elección de uno u otro sea porque así lo pide la historia. Sin paja, sin divagaciones inútiles. Sin que la finalidad sean "los dineros". Que no dé la sensación de sacado de la manga o de autor vendido que trata de contentar a todo el mundo (¡ay, la Meyer!).
Moderadora: Y con este alegato final damos por terminado el debate. Nuestros contendientes han esgrimido con honor y valentía sus argumentos, tan válidos que incluso han sabido encontrar un punto en común: justificar. La coherencia a la hora de plantear una historia y ser fiel a tu idea inicial, así como ser capaz de parar a tiempo y no alargar por alargar ni querer sacar de donde no hay. Ver más allá del éxito y el dinero o de las exigencias de los fans. Y vosotros, queridos tiramillotes, ¿qué opináis?