Cómo se monta la Feria del Libro de Madrid

¿No tienes curiosidad por saber qué hay detrás de la Feria del Libro de Madrid? ¿Quieres leer de primera mano lo que la Comisión Organizadora, libreros, editores y autores tienen que decir? Si quieres un poco de historia, la tendrás; si te apetece descubrir cómo se monta la feria, lo harás; si buscas información sobre la edición 2011, también te la brindamos; y si lo que te mueve es desvelar los secretos del próximo evento de Laura Gallego, las reuniones crepusculianas o las firmas de tus autores favoritos, estás en el lugar adecuado.


Ayer, día 27 de mayo, quedó inaugurada la 70ª edición de la Feria del Libro de Madrid, una de las citas culturales más importantes de nuestro país. Con un total de 447 expositores (entre editoriales, distribuidoras, librerías y organismos oficiales) y 349 casetas, la edición 2011 cuenta con Alemania como país invitado y nos regala un cartel maravilloso que firma el madrileño Alberto Corazón. Como cada año, la feria se desarrollará a lo largo de muchas jornadas repletas de firmas, presentaciones, encuentros y paseos a la vera de la primavera: exactamente diecisiete días en los que la literatura se hace notar más allá de los jardines del Buen Retiro.


Estos son los datos que el lector de a pie puede leer en cualquier medio, ¿verdad? Pero nosotros no nos vamos a quedar aquí, porque el objetivo de este reportaje es dar respuesta a la pregunta de “¿cómo se monta la Feria de Madrid?”, sumergirnos en sus entrañas para descubrir el otro lado, lo que no se ve pero se disfruta; esto es, desde la gestación hasta el lanzamiento del gran mercado literario de El Retiro. Bienvenidos a la aventura de desgranar el funcionamiento y desarrollo del evento, tarea que realizaremos contando con las intervenciones de algunas personalidades destacadas dentro de la feria, que muy amablemente nos conducirán por las distintas etapas del proceso desvelando sus secretos y engranajes. Preparados... Listos...


1. El Retiro de los libros: origen y organización actual


Corría el año 1933. Los libreros madrileños, inspirados por las ferias comerciales del siglo XV, daban luz verde a una iniciativa propia denominada como ‘Feria del Libro’ a secas. Con el objetivo puesto en la lectura y la actividad comercial en torno al libro, el evento cultural se desarrolló entre el 23 y el 29 de abril en el Paseo de Recoletos y, en gran parte debido al estímulo del Presidente de la República y numerosos miembros del mundo de la política y la cultura, fue todo un éxito, hasta el punto de que en su cuarta edición obtuvo el reconocimiento oficial. Lamentablemente, la quinta tuvo que posponerse hasta después de la Guerra Civil, y para entonces la feria cambió de manos, incluyó el término “nacional” en su denominación, estableció una fecha fija comprendida entre finales de mayo y principios de junio (costumbre mantenida hasta la actualidad) y, lo más importante, llegó a viajar a Barcelona y Sevilla, lo que desencadenaría en los sesenta el surgimiento de otras ferias ajenas a la nacional y provocaría su retorno al pueblo original: Madrid, esta vez al Parque del Buen Retiro. Primero se instaló en el Salón del Estanque, pero en 1970 alineó sus casetas en el Paseo de Coches y, tras un intento fallido de reasignación, no volvió a moverse de allí hasta hoy. El último gran paso tuvo lugar en 1982, cuando la responsabilidad recayó en los actuales organizadores, culpables del bautizo definitivo que siempre mereció: Feria del Libro de Madrid.


En 2011, el Gremio de Libreros ostenta la titularidad de la feria y participa en la Comisión Organizadora (encargada de gestionar todos los asuntos de la feria, desde la organización hasta la admisión de participantes), junto al Gremio de Editores y el Gremio de Distribuidores. Esta Comisión Organizadora está compuesta por:




  • Presidenta: Pilar Gallego

  • Director: Teodoro Sacristán

  • Secretario: Fernando Valverde

  • Cuatro vocales libreros

  • Tres vocales editores

  • Dos vocales distribuidores


2. El desafío de montar una feria


En cuanto da por finalizada una feria, la Comisión Organizadora hace balance de los resultados obtenidos durante las más de dos semanas que dura y, con los informes en manos del secretario, automáticamente decide si poner en marcha la organización de la siguiente edición.


Lejos de lo que muchos pudiéramos pensar, la crisis económica que vive actualmente nuestro país no afecta tan negativamente a la venta como lo puede hacer la meteorología. En efecto, el enemigo número uno de la feria madrileña ha sido y seguirá siendo el tiempo, una obviedad por otra parte, puesto que estamos hablando de un mercado al aire libre y es de sobra conocido que el ánimo del consumidor se ve alentado por el sol. Sin embargo, en el puesto número dos ya sí tenemos crisis. He hablado con la presidenta de la feria, Pilar Gallego, que nos cuenta que “se nota en la dificultad cada vez mayor, en estos años, de conseguir patrocinadores y colaboradores”, algo fundamental para la financiación, ya que estas entidades se responsabilizan del 45% de los gastos, quedando el 55% restante en manos de las empresas que participan con cuotas de inscripción. Se trata de una financiación compartida que necesita puntos fuertes en los que apoyarse, a lo que no favorece la situación de nuestra economía. “Que, si el tiempo nos deja, los días de feria nos den un pequeño respiro económico en un año que no está siendo bueno”, reza Pilar, y las cifras la avalan, porque en lo que va de año la venta de libros ha descendido en torno a un 20% con respecto al mismo período de 2010, un dato que no pasa desapercibido para la Comisión Organizadora, aunque, en lo que respecta a la piratería como consecuencia del libro electrónico, parece que no hay de qué preocuparse. Eso sí, en la 70ª edición de la feria podremos adquirir libros digitales pero no lectores electrónicos.


Pero entonces, ¿hacemos feria o no hacemos feria?


3. El desarrollo del proyecto e intercambio cultural


A pesar de la trayectoria histórica de esta cita literaria, es importante contar con cifras, estadísticas y fuentes de actualidad para atreverse con una nueva edición, pero una vez despegado el proyecto no hay marcha atrás. A partir de ese momento, “todo el trabajo está coordinado por el director de la feria, D. Teodoro Sacristán, y se realiza por las personas que durante todo el año trabajan para la organización”, nos cuenta la presidenta.


6 de octubre de 2010. Feria del Libro de Fráncfort, Alemania. En el marco de la feria literaria más grande del mundo, el presidente del Instituto Goethe (el equivalente al Instituto Cervantes de España, de divulgación e intercambio cultural), anuncia que en la próxima Feria del Libro de Madrid el país invitado será Alemania.


Cada año, la feria acoge a un país o conjunto diferente para acercar a los madrileños su cultura y brindarnos un escaparate de venta y difusión. Así, en las últimas ediciones hemos podido disfrutar de una aproximación a la literatura africana (2007), latinoamericana (2008), francesa (2009), nórdica (2010) y, ya en 2011, la literatura alemana, para la que la feria, en colaboración con el Instituto Goethe y la Embajada Alemana, ha preparado un programa estupendo denominado “A Alemania se va por aquí”, que se desarrollará en un pabellón propio y tiene por lema “¡AleManía en la Feria del Libro!”.


Pero no es el único pabellón del que dispone la Feria del Libro de Madrid. ¡Ni mucho menos! En 2011, la organización informa de siete pabellones en total repletos de actividades:




  • Ayuntamiento de Madrid

  • Carmen Martín Gaite

  • Comunidad de Madrid

  • Fundación Círculo de Lectores

  • Fundación MAPFRE

  • A Alemania se va por aquí

  • Universidades públicas madrileñas y UNED


Por supuesto, para que estos pabellones cobren vida han de contar con un programa de eventos cada uno, y aquí es donde entran en juego los participantes, tema del que hablaremos en el punto que sigue.


4. Participación y patrocinio: pilares fundamentales


Tal como hemos adelantado anteriormente, la participación es fundamental para la financiación de la feria. Podrán solicitarla los libreros, editores y distribuidores asociados a los gremios, los organismos e instituciones oficiales, y las empresas invitadas expresamente por la Comisión Organizadora, e, independientemente de su veteranía en la feria, toda empresa que quiera formar parte tendrá que cumplir con unos requisitos establecidos. Por ejemplo, quedan excluidas las librerías que no cuenten con un espacio físico abierto al público, las editoriales dedicadas en exclusiva a la autoedición y los negocios que vendan a precios particulares y se especialicen en libro electrónico o libro de viejo.


Cuando le pregunto a la presidenta de la feria si la Comisión controla todas las actividades que llevan a cabo estos participantes, responde así de contundente: “Desde la Secretaría de la Feria se coordinan los espacios y horarios de las actividades que las empresas solicitan, pero no controlamos sus contenidos, aunque sí tenemos una información precisa de la actividad del Pabellón Infantil de la Feria, que está impulsado por la Organización y gestionado por la empresa Amano Cultura.”


Por otro lado, el patrocinio se ha consolidado como uno de los pilares más fuertes de la feria. Fundaciones como MAPFRE o Círculo de Lectores llevan ya varios años integradas en el proyecto con pabellones propios en los que “sus numerosas convocatorias, todas abiertas al público, incluyen presentaciones, lecturas y hasta representaciones y conciertos”, nos informa Lola Ferreira, directora de comunicación de Círculo de Lectores. En cuanto a los criterios de selección de actividades, Ferreira confiesa que en Círculo lo principal es “que tengan relación con el tema central de la Feria”, en este caso la literatura alemana, algo diferente a lo que este año preparará Nelson Calderón en el pabellón de MAPFRE: ni más ni menos que un espectáculo de narración oral de historias tradicionales de todo el mundo. Sobre la oportunidad de venir a contar a la feria, el cuentacuentos comenta que “a nivel profesional es una bella oportunidad de compartir mis historias con el público madrileño en un espacio mágico como el parque de El Retiro y en un evento tan importante como la feria del libro”. Esta es la quinta vez consecutiva que participa y asegura que el cuento oral sigue siendo “una importante herramienta para educar y, a la vez, divertir” y, cómo no, “siempre es un placer estar por aquí”.


Por su parte, el escritor y dinamizador cultural Fran Nuño también dará una coferencia en el mismo pabellón. En su caso, "Ideas prácticas para animar a la lectura desde casa", una charla que consistirá en "dar algunos consejos sobre algunas prácticas para llevar a cabo en el hogar para que de alguna manera el libro siempre esté presente y de una forma divertida y agradable", informa el propio autor, quien además apunta que la diferencia entre la función del padre y la del profesor reside en los métodos: el primero estimula, contagia, y el segundo hace lo mismo "pero con otro tipo de técnicas y actividades para llevar a cabo en el aula y en grupo".


La directora de comunicación de Círculo de Lectores concluye diciendo que “es indudable que para un club de lectura como el nuestro, formar parte de uno de los eventos principales que acercan el libro al público es un orgullo y una satisfacción”. Para ellos, puntualiza, “es una forma de plasmar nuestra vocación de servir de punto de encuentro entre los escritores y sus lectores”.


5. Admisión y adjudicación de casetas


Tras la designación del país invitado (ocurrida en octubre), el siguiente paso importante que ha de dar la Comisión Organizadora consiste en preparar el reglamento de participación anual y abrir en enero el plazo de admisión de solicitudes. En la edición 2011 las empresas han tenido hasta el 17 de febrero para cumplimentar sus formularios y presentarlos en la secretaría de la feria, y, tras la resolución de la Comisión, los rechazados disponen de tres días para recurrir con pruebas y los admitidos de diez días para abonar la cuota de participación.


En este reportaje he decidido no abordar en profundidad el tema de los precios, aunque quizá os interese saber que la participación de la editorial es la más cara, siguiéndole de lejos la del distribuidor y, finalmente, la de la librería. Pilar Pérez, fundadora de la librería El Dragón Lector, asegura que “las casetas de las librerías tienen el mismo precio y tamaño por módulo” y, como es lógico, “si una librería tiene más de un módulo porque tiene, por ejemplo, también editorial, pues paga más”. Es decir, una cuestión de casetas. Cuantas más tengas más pagas.


Una vez impresas las listas de participantes oficiales, la tarea de la Comisión Organizadora es adjudicar estas casetas, para lo que clasificará a todos los admitidos por grupos, asignará una zona del Paseo a cada grupo y, ya en presencia de las empresas, realizará un sorteo de números de casetas. En 2011 son 349 las habilitadas.


A continuación trataremos en profundidad (y por orden de preferencia en el sorteo) las características de los grupos expositores (participantes).


5.1 Librerías: la magia de un rincón de encuentro


En el sorteo de números de casetas las librerías son las primeras en adquirir posiciones. La Comisión entrega un máximo de dos casetas a las librerías más grandes y una para las pequeñas, de acuerdo con los metros cuadrados que contabilicen sus locales de venta. En 2011 la feria cuenta con un total de 59 librerías generales y 58 especializadas, y entre estas últimas destacan El Dragón Lector y Kirikú y la bruja por ser de las que más apuestan por la literatura juvenil.


A Pilar y José, dueños de El Dragón Lector, durante las tardes de feria no los encontraréis en su rincón habitual. Estarán en El Retiro, disfrutando del buen ambiente en la caseta 99. Al igual que Ester Madroñero (Kirikú y la bruja, accede aquí al reportaje que le dedicamos en su día), ellos eligen qué autores firmarán en su caseta. “Es habitual que haya propuestas por parte de las editoriales y de los mismos autores o ilustradores, pero si alguna de ellas no nos encaja decimos que no”, aclara Pilar. Y Rita López, responsable de comunicación de Alfaguara, lo corrobora: “nuestra editorial ofrece firmar a sus autores en la Feria y posteriormente estos se le ofrecen al librero”.


Madroñero reconoce que “es muy importante que la feria sea una fiesta de autores también y que el público tenga la oportunidad de conocer y charlar con ellos”, sin embargo apunta un dato muy curioso, y es que “de cara a las casetas baja la venta, puesto que se pierden centímetros de tablero. Para una firma tengo que desmontar o la parte juvenil o la infantil, con lo cual la venta me resulta muy complicada”. De todas formas, ella señala que en Kirikú y la bruja “lo hacemos porque somos algo más que un punto de venta”, y desde El Dragón Lector nos cuentan que “importa muchísimo, sobre todo, el ambiente que se crea con ellos, que transmitimos siempre a los clientes y amigos que vienen a vernos”.


En el otro lado, por supuesto, la visión de los autores. Uno de los más aclamados y que además lleva 31 años consecutivos sin perderse la feria es el escritor Jordi Sierra i Fabra (clic para leer la entrevista que nos concedió): “Me encantan esas citas, y no por firmar mucho o poco, que esa es otra historia, sino por el color, el sabor, ver a tanta gente paseando, tocando o comprando libros, asomándose con curiosidad a las casetas para ver la jeta que hacemos los autores”. El escritor catalán, que nos informa de que en estos momentos se encuentra recluido en una “diminuta isla caribeña”, este año no podrá acudir el primer fin de semana a firmar, pero estará en los siguientes, porque sabe que “vienen las fans, se organizan en autocares, quedadas, convencen a los padres para ir a Madrid el fin de semana”, y no se lo perderá por nada del mundo. “Es mágico”, sentencia.


Y frente a la experiencia en feria de Jordi, el también escritor de libros para jóvenes Jorge Gómez Soto (clic para leer la entrevista que nos concedió), que este año se prepara ilusionado para su primera feria madrileña. “Firmar en la Feria del Libro de Madrid te hace sentir un poco más escritor. Es un escaparate, una exhibición, un punto de encuentro con lectores, una muestra de tus libros, tu cara, tu voz y tu letra manuscrita. Para mí, en concreto, supone formar parte de algo que siempre he admirado”, reconoce. El motivo por el cual esta es su primera edición, lejos de tratarse de falta de mercancía, se debe a que simplemente nadie le ha invitado antes, algo que esperamos que pueda remediarse en futuras ediciones.


Pero, por si alguien tenía alguna duda, los escritores no reciben ningún tipo de remuneración económica por firmar en la feria. Lo que se lleva el autor, dice Jorge, son los derechos de los libros vendidos. “Las motivaciones para asistir a la Feria son más personales que económicas”, concluye. “Entra dentro de lo que es el plan promocional del libro”, añade Rita López (Alfaguara).


5.2 Distribuidores y organismos oficiales


Los segundos en el sorteo de casetas son los distribuidores y organismos e instituciones oficiales, que este año son 11 y 27, respectivamente. Tanto ellos como las empresas a las que la Comisión invita expresamente, reciben una caseta.


Probablemente las distribuidoras que más os suenen dentro de la literatura juvenil sean S.G.E.L., Armario de libros y Firex Madrid, que este año disponen de una caseta cada una. Y en cuanto a los organismos oficiales, ministerios como el de cultura o educación también se dan cita en la Feria del Libro.


A este y al resto de grupos la Comisión da derecho a vender libros aplicando un descuento del 10% y a organizar todo tipo de actividades de promoción siempre y cuando informen con al menos 48 horas de antelación. Como curiosidad, los vendedores no pueden salir de la caseta para atender al público o buscar venta, así como tampoco pueden agujerear las paredes para colgar publicidad, considerándose cualquier infracción motivo para ser castigada con la expulsión de la feria.


5.3 Editoriales: proyección a gran escala


En último lugar, las editoriales también reciben sus casetas, un máximo de seis para grupos editoriales y una para los editores individuales que lleguen al mínimo de títulos vivos en catálogo (121). Lo que suelen hacer algunos es asociarse para alcanzar la cifra, porque el número de casetas es limitado y el hecho de ser admitido no implica asegurarse una, ya que el voto final recae en un sistema de puntuación que elabora un profundo análisis de cada empresa y deja atrás a las menos fuertes. Por esta razón la alternativa de los pequeños editores muchas veces no es otra que compartir caseta con sus iguales.


Como novedad en 2011, participan en torno a cincuenta editoriales más que en la edición de 2010, lo que evidencia el interés por la creación de editoriales y su integración en la Feria del Libro de Madrid. De los 292 participantes del grupo editorial, 176 son editores madrileños y 116 del resto de España, destacando especialmente la participación de Ediciones Morata, la editorial más veterana de la feria.


En representación de dos de las grandes casas editoriales de nuestro país, SM y Santillana, tenemos con nosotros a sus responsables de comunicación: Elena Moreno y Rita López, que nos desvelarán todos los secretos de la organización de sus grandes eventos en la Feria del Libro de Madrid.


El sello Alfaguara Juvenil ha sido noticia en las últimas ediciones principalmente por sus grandes encuentros sobre la saga Crepúsculo (Stephenie Meyer), cita que parecía haber terminado con el lanzamiento de la última parte de la historia de amor entre Edward y Bella, y que sin embargo el año pasado volvió a la carga con motivo de la publicación sorpresa de un spin-off. En 2011, como era de esperar, la editorial aparca estos macro-encuentros de fans para apostar por nuevos rumbos y nuevos libros, tal como nos cuenta la responsable, Rita López.


En efecto, este año la protagonista no será Stephenie sino Laura, nuestra querida Laura Gallego, que vuelve al trabajo tras dos años de retiro mediático con una novela de aventuras ambientada en un reino medieval. El título, Donde los árboles cantan. La editorial, como no podía ser de otra manera, SM, que ha preparado un encuentro fantástico en el que los lectores podrán descubrir algunos detalles de la obra antes de su publicación (el próximo mes de octubre) y charlar tanto con la escritora valenciana como con la ilustradora de la cubierta, Cris Ortega.


Elena Moreno, responsable de comunicación SM, nos explica que “un encuentro de estas características se monta con prudencia y con mucha ilusión”. Para la organización de este evento, en primer lugar han tenido que solicitar permiso para disponer del pabellón Carmen Martín Gaite, y como “los organizadores deben hacer encaje de bolillos para cubrir las necesidades que todos les solicitamos” y “aunque solicitemos el espacio para realizar el evento con meses de antelación, hasta poco antes del comienzo de la Feria no sabemos si contaremos con el sitio o no, tenemos que ser prudentes”, resuelve Elena. Esto quiere decir que a SM le encantaría haber podido anunciar el evento con más tiempo, sobre todo porque es consciente de que los lectores se organizan y eligen entre los tres fines de semana, pero Elena garantiza que “lo que no queremos, bajo ninguna circunstancia, es defraudar a los lectores ni darles falsas esperanzas sobre algo hasta estar seguros de que va a ocurrir”.


“La ilusión es lo que nos mueve”, afirma, “desde que la Feria nos dice que contamos con el sitio, comienza una contrarreloj, y más en este caso: en el evento mostraremos la portada del libro, y esta todavía no está acabada. Cris Ortega, la ilustradora, está trabajando muy duro para llegar a tiempo”.


Ambas, tanto SM como Alfaguara, coinciden en que el trabajo en equipo es fundamental. Los eventos de Crepúsculo estaban gestados, coordinados y financiados por la propia Alfaguara, asegura Rita López. “Nos involucramos todo el equipo, desde el Director, los editores, marketing y comunicación, hasta la red comercial”, dice. Para el de Laura Gallego, desde SM tienen muy claro que “todos (autora, ilustradora, diseñadores, equipo de marketing, comunicadores…) debemos estar implicados para alcanzar nuestro objetivo: pasar un buen rato todos juntos hablando de libros”.


En lo que a las firmas se refiere, Elena Moreno añade que “la coordinación con nuestro almacén debe ser perfecta para que en nuestras casetas haya ejemplares suficientes para que cualquiera que desee comprar un título para que la autora valenciana lo firme, lo encuentre”. Aspectos que, aunque no se ven, también tienen que tener en cuenta las editoriales.


6. Publicidad: cartel y presentación a los medios


A lo largo de los años, la Feria del Libro de Madrid nos ha regalado decenas de carteles, todos ellos en consonancia con la época. El cartel es la imagen de la edición anual, el rostro del evento, su mayor representante, y la presentación al público del diseño y autor elegidos indica la proximidad de la inauguración de la feria. Este año, el madrileño Alberto Corazón ha sido el encargado del que nos ocupa, con una ilustración que habla del ascenso íntimo que él mismo cree sufrir al término de una buena lectura. Una maravilla, si se me permite.


En cuanto al evento en sí, tiene tal envergadura histórica que prácticamente se publicita solo, pero lo cierto es que la Comisión prefiere no arriesgar y mantener activo el recuerdo, pues a fin de cuentas, un año entre feria y feria no deja de ser mucho tiempo, el suficiente como para que los despistados olviden fechas y puntos de encuentro. Es por ello que cada edición dispone de una página web oficial en constante actualización y se abre paso en los medios de comunicación a través de las notas de prensa hasta el día de la presentación oficial, en la que ya sí se desvelarán todas las novedades de las jornadas de feria.


Por otra parte, y como es lógico, la feria cuenta con la publicidad añadida que generan sus propios participantes, que no son pocos. El autor que expone sus firmas, la librería que invita a su charla, el editor que divulga una presentación... Ejemplo de esto son las palabras de Rita López (Alfaguara), quien afirma que en los eventos de Crepúsculo “la comunicación se hace vía mail y blogs, que es donde mejor podemos dar con los fans”, o las de Elena Moreno (SM) en relación al encuentro con Laura Gallego, que afirma comunicarlo todo a través de la web de la editorial con réplica inmediata en las redes sociales, la página de la autora y todos los canales de sus seguidores.


Y ya por último, durante el transcurso de la feria, en todo Madrid podremos encontrar panfletos y marcapáginas con flecha hacia El Retiro. En definitiva, el de la feria es un fenómeno de retroalimentación que de momento funciona y arrastra. Y que siga.


7. Respuestas: el lector sale de casa


Pero ¿y qué sería de la Comisión, los libreros, editores, distribuidores y escritores sin la visita del lector? Nada, evidentemente, porque la Feria del Libro de Madrid no se trabaja durante un año más que para satisfacer al gran público durante las dos semanas que permanezca en pie. Habéis podido comprobar a lo largo del reportaje que montar este evento conlleva muchísimo esfuerzo (y lo que no es esfuerzo), así que no os será difícil entender que los organizadores recen por que todo salga bien, la gente se anime a acudir y, como os comentaba al comienzo, el tiempo acompañe. Sobre este asunto hubo una época en la que se bromeaba bastante, pues había quien pedía el traslado de la feria a las zonas de sequía (feria era sinónimo de lluvia).


Y es lógico que la masa rechace el papel mojado, pero yo tengo constancia de un singular grupo del que la feria no debe poner en duda su asistencia, porque ni el más terrible huracán impedirá en 2011 que decenas de jóvenes blogueros de todas partes de España se den cita en su segundo súper encuentro nacional. Alba Úriz, subdirectora de este diario, y la conocida en Internet como Bella, bloguera entusiasta, fueron el origen de tan genial idea: en 2010, desde la web Letrasyescenas.com convocaron a los lectores y “después de meses tecleando cientos de mensajes, algo nos iluminó: ¿y si nos veíamos las caras?, ¿y si lo hacíamos en la Feria del Libro de Madrid? Toda una aventura que al principio nos pareció un sueño muy bonito pero que, con tiempo, esfuerzo y muchísimas ganas, logramos convertir en realidad”, comenta Alba. El encuentro, ocurrido el 5 de junio de 2010, tuvo un éxito de participación absoluto, fue “inolvidable, para el recuerdo”. Sin embargo, no cayeron en la cuenta de la importancia del evento para los profesionales del mundillo. “Para nosotros fue puro disfrute, pero la cita prometía ser tan sonada que varias editoriales y librerías eligieron ese sábado y no otro para celebrar sus eventos y presentaciones (presentación de Bree Tanner de Alfaguara, grabación sobre Los Juegos del Hambre de Molino)”, asegura Alba. La misma librera de Kirikú y la bruja, Ester Madroñero, subraya sus palabras.


Este año la novedad es que serán cuatro las encargadas de dirigir a las tropas de jóvenes blogueros: Bella, Elwen, Beleth y María, quienes preparan “desde concursos y juegos, hasta fantásticas exclusivas”, nos cuenta Bella. La bloguera dice tratarse de un nuevo encuentro en el que “podamos compartir juntos nuestra pasión por la lectura” y asegura que “este año la cosa promete mucho, y esperamos que la gente se divierta, se conozca, se lo pase bien y quiera repetir la experiencia en años venideros. También asistiremos a las firmas de libros de la Feria, daremos largos paseos e iremos a donde la literatura nos lleve. ¡No habrá cabida para el aburrimiento!”, exclama.


Y colorín colorado... Clausuro este reportaje con las últimas palabras que me ha susurrado la presidenta de la feria: Que la ciudad de Madrid se contagie de una actividad continuada durante los 17 días que dura la cita, y que Alemania, como país invitado, nos deje a todos un buen recuerdo.


Mi deseo no es otro que paséis un estupendo fin de semana y disfrutéis al máximo de este sensacional encuentro con la literatura y la hierba.


Por Óscar Luis Mencía