Lewis Carroll

Lewis Carroll (Cheshire, 1832 - 1898) es el conocidísimo autor británico que escribió Alicia en el país de las maravillas. Su verdadero nombre era Charles Lutwidge Dodgson, y aparte de ser un reconocido escritor de la época, también destacó por ser un diácono anglicano, lógico y matemático, y en sus ratos libres, fotógrafo.


Con raíces aristocráticas, su familia siempre estuvo vinculada directamente con la iglesia anglicana y el ejército, como casi todos los británicos de clase media-alta, llegando incluso su bisabuelo a ser obispo. Su padre, también llamado Charles, fue por el mismo camino religioso y en la universidad demostró grandes dotes para las matemáticas, donde obtuvo una doble titulación. No obstante, en vez de aprovecharlo, prefirió casarse con su prima y convertirse en párroco rural. De aquella unión nacería Charles Dodgson, el tercero del matrimonio y el primer varón. Lo alucinante es que después de él vendrían ocho hijos más. En esta familia tan religiosa y numerosa se crió el que se conoce hoy por hoy por uno de los grandes de la narrativa europea.


Lewis Carroll comenzó su educación en su propia casa, como buen hijo de familia acomodada, y pronto demostró sufrir una aguda precocidad lectora, pues a la joven edad de siete años ya estaba leyendo obras de John Bunyan. Fue tartamudo y un poco sordo del oído derecho, lo que le dificultó sus futuras relaciones sociales. Aunque, más tarde, con doce años fue enviado a una escuela privada de Richmond, donde se integró bien hasta 1845, cuando fue trasladado al colegio que se convertiría en su infierno personal. Se especula que en la época que estuvo allí sufrió abusos sexuales; esto se llega a pensar por unas declaraciones suyas años más tarde, donde afirmaba que la dureza de la vida diurna se habría hecho más soportable si no hubiera existido aquella molestia nocturna. A pesar de esos supuestos malos momentos que tuvo que vivir, los profesores hablaban maravillas de su intelecto. Se llegó a matricular en la Universidad de Oxford, donde obtuvo resultados exelentes. Demostró ser un hombre de muchos recursos y con grandes habilidades para las matemáticas y tuvo la oportunidad de acabar una carrera prometedora y explosiva. Gracias a su brillantez pudo conseguir un puesto de profesor de matemáticas en el college de su padre, la Christ Church, donde trabajó durante 26 años. Cuatro años después quisieron nombrarle diácono de la iglesia, pero por alguna razón que se desconoc, el propio Lewis comenzó a rechazar aquella idea y pudo conservar su puesto de trabajo gracias a su amigo Henry Liddell, quien volvería hacerle el mayor favor de toda su vida un poco más tarde.


Su carrera literaria empezó entre 1854 y 1856, cuando escribió algunas poesías y cuentos que le reportaron un éxito comedido. Él siempre tuvo una autocrítica muy aguda y un alto nivel de autoexigencia, por lo que consideraba que nada de lo que había escrito hasta ese momento merecía ser publicado por una editorial de verdad; sin embargo, no tenía ninguna prisa, y mientras su bombilla permanecía a la espera de una idea iluminadora, siguió escribiendo cuentos para niños. No fue hasta más tarde que consiguió publicar un poema llamado Solitude, bajo el seudónimo que lo haría famoso mundialmente: Lewis Carroll. Él mismo explicó de dónde provino aquel adecuado mote, y es la mar de interesante enterarse de que Lewis Carroll es una latinalización de su propio nombre y apellido de su madre: Charles Lutwidge. Convirtiéndose así en Ludovicus Carolus y finalmente, al pasarlo al inglés, se transformó en el nombre que ya todos conocemos.


Pero el origen de la famosa historia de Alicia en el País de las Maravillas, que le reportaría aquella fama que, aunque no ansiaba, sí que tenía el presentimiento de encontrar, fue concretamente en el año 1856, cuando Henry Liddell le presentó a su joven esposa y sus hijas, Lorina, Alice y Edith, con quienes Charles trabaría una profunda amistad desde el principio. Se convirtió en una especie de tradición que el escritor inglés invitara a las niñas a un picnic en el río, en Dodstow o en Nuneham. En una de esas excursiones, según sus diarios el día 4 de Julio de 1862, fue cuando Charles divisó la historia que más tarde llegaría a ser su mayor éxito literario. Estaban paseando en una barca por el Támesis y él fue improvisando una historia que entusiasmó a las niñas, sobre todo a Alice, quien le pidió más tarde que continuara con el relato. Y así, en las siguientes Navidades Charles le regaló el cuento escrito a la niña, que en aquella época se llamaba Las aventuras subterráneas de Alicia y contenía ilustraciones hechas por el propio Lewis. Aunque el autor negó en reiteradas ocasiones que el personaje de Alicia estuviera basado en la propia Alice Liddell, se especula que sí que podría haber sido así, debido a las circunstancias y a algunos mensaje subliminales en la propia historia. Por supuesto, más tarde se conseguiría publicar el manuscrito corregido, que sería renombrado como Las aventuras de Alicia en el país de las Maravillas, y se haría público finalmente en 1865. Las ilustraciones estuvieron a cargo de Sir John Tenniel, y gracias al increíble éxito de la historia el autor escribiría una segunda parte llamada Alicia a través del Espejo. A parte del mítico cuento exitoso, escribió un poema paródico que le valió una muy buena crítica (La caza del Snark), y terminaría los dos volúmenes de su última obra (Silvia y Bruno). Con su nombre real escribió algunos artículos matemáticos, entre los que desatacan El juego de la lógica y Euclides y sus rivales modernos.



Los más amantes de Carroll sabrán que era un gran fanático de la fotografía. No obstante, esa faceta fue la que le ha otorgado el calificativo de pedófilo, puesto que en su colección de trabajos fotográficos, la mayoría de las modelos eran niñas de menos de 14 años, y se han encontrado desnudos íntegros que se creían desaparecidos. Su afición por hacer amigas de menos de 14 años era muy famosa ya en su época y nunca se permitía dejar pasar un día sin cartearse con ellas; hasta existe un libro recopilando todas las cartas que le envió a Mabel Amy Burton, llamado Cartas Inéditas a Mabel Amy Burton, donde podemos ser testigos de cómo entablaba conversación y actuaba como un niño más. Aún así, tanto en la literatura como en la fotografía destacó por ser un gran artista con un talento innato e imaginación desbordante. No se le conoció jamás una esposa, y tampoco tuvo hijos; finalmente falleció a la edad de 65 años por una bronquitis el 14 de enero de 1898.


Si entramos en controversias o posibles misterios, podríamos afirmar que la figura de Lewis Carroll ha sido siempre muy polémica. Puede ser debido a que fue un personaje taciturno y muy reservado, pero casi no sabemos de su vida, y sólo nos podemos guiar por los retazos de intimidad que fue dejando impresos en sus diarios y obras. Además de acusarle de pedofília, se ha creído que era un consumidor habitual de sustancias psicoactivas como el láudano. No existe evidencia alguna que sustente estas teorías, pero la mayoría de los historiadores considera muy probable que podrían ser ciertas debido a la época y a la afección que sufría por su artritis, que producía un dolor posiblemente insoportable y que debía ser aplacado con algún analgésico procedente del opio. También se dice que fue diagnosticado de epilepsia, y que tuvo un trauma infantil por culpa de ser una persona zurda a la que obligaban a utilizar la mano derecha para todas las tareas. Tampoco podemos olvidar el misterio que se esconde tras las páginas arrancadas de uno de sus diarios; Lewis Carroll llevaba siempre diarios encima, tenía un total de 13 cuadernillos. Una vez fallecido, algunas de esas páginas que completaban ciertos momentos de su vida (sobre su época de amistad con Alice Liddell) desaparecieron. Aún no se sabe con certeza dónde están y quiénes las arrancaron. Con un pasado oscuro o no, lo que es innegable es que Lewis Carroll fue y seguirá siendo una importantísima figura literaria que dejó un legado inolvidable a la memoria colectiva.


Selección de libros de Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas, Alicia a través del espejo y lo que allí se encontró, Silvia y Bruno


Página web de interés: http://lewiscarrollsociety.org.uk