Querida Montena

Me dirijo a ti con el propósito de analizar tu política de publicaciones y aconsejarte de cara al futuro. Espero que no te tomes a mal las palabras de esta humilde lectora y las veas simplemente como la opinión de alguien ajeno al mundo editorial que desea hacerte llegar sus impresiones sobre el trabajo que realizas.


Siempre he pensado que Montena tiene en cuenta a los lectores. Es decir, cualquier editorial lo hace, pero tú te centras en nuestros gustos, en aquello que nos apetece leer fuera de las obligaciones estudiantiles. Los profesores se echarán las manos a la cabeza y te acusarán de ofrecer obras de nula calidad, pero yo te alabo porque considero que los jóvenes cogen el hábito de la lectura con novelas adaptadas a sus gustos, no mediante clásicos que todavía no son capaces de entender. Por este motivo te animo a seguir explorando las tendencias del momento para no perder de vista qué es lo que quiere el lector de literatura juvenil de hoy.


En tu catálogo actual destacan las historias de romance paranormal, un género que de un tiempo a esta parte se ha convertido en una apuesta segura. Me gusta que estés al día y no dejes de buscar distopías o relatos fantásticos que puedan gustar a los adolescentes, pero quizá sería conveniente que alguna vez arriesgaras y apostaras por algo diferente e innovador. Tu oferta es simplemente correcta, digamos que le falta el boom que rompe moldes y deja huella en el lector. Soy consciente de que en estos momentos la originalidad brilla por su ausencia en el género juvenil, pero formas parte de un gran grupo editorial y deberías tenerlo más fácil para descubrir nuevos talentos. Lo mismo se puede aplicar a la nacionalidad de tus autores: es de agradecer que últimamente hayas ido más allá del mercado anglosajón y nos traigas novelas de las alemanas Kerstin Gier y Jenny-Mai Nuyen, entre otras, pero echo de menos el producto nacional. ¿No hay escritores españoles dignos de tu atención o es que prefieres ir a lo fácil y publicar aquello que ya ha tenido éxito en otros países?


Mención aparte merecen la edición y promoción de tus libros. No se puede negar que tus títulos son bastante sonados dentro del género, pero cuando se cuenta con un presupuesto mayor que otras editoriales más pequeñas esto no tiene demasiado mérito. Quizá sería conveniente invertir una parte de ese dinero en la corrección de tus textos: algunas de tus novelas dejan bastante que desear en este aspecto, parecen hechas a carrerilla y olvidas que quienes van a leerlas son personas jóvenes cuya escritura puede verse influenciada por lo que ven en los libros. Por favor, apreciada Montena, presta más atención a estos detalles.


Por último, aunque no por ello menos importante, quiero hablarte del aspecto externo de tus publicaciones. El tamaño me parece idóneo, ni demasiado grande ni demasiado pequeño, con un precio acorde a estas medidas y un poco más bajo que el de otras editoriales, un punto que sin duda es de agradecer. Sin embargo, el diseño de las cubiertas no siempre es acertado: abusas de las imágenes de rostros, algo que puede confundir (y aburrir) al lector. Por no hablar de los lomos fucsias con florecitas que echan para atrás a los lectores del sexo masculino, aunque éstos puedan disfrutar perfectamente de su historia (caso de Embrujo, de Nina Blazon). Son pequeñas cosas que no costaría nada subsanar y que a buen seguro satisfarían a ambas partes.


Con la esperanza de que hayas reaccionado bien a estas críticas, se despide una servidora que ante todo te anima a seguir pensando en el disfrute de los lectores: inculcar el amor por los libros está por encima de todo lo demás, y en esto eres muy buena.